lunes, 3 de julio de 2017

Q-entero - Victor Quintero


“Las miradas del pueblo nos acompañaban con curiosidad escrutando con inquietud nuestros vaivenes”.


Ficha del libro:
Título: Q-entero.
Autor: Víctor Quintero
Páginas: 158
Editorial: Fundación editorial el perro y la rana.
Fecha de publicación original: 2008.

Sobre el autor:
Victor Manuel Quintero (Caracas, 1935). Arquitecto, escritor, escultor y periodista. Egresado de la UCV y la ULA, con un postgrado en el CIUD (Centro Interdisciplinario de Desarrollo Urbano, Santiago de Chile).

Reseña


¿Cómo obtuve el libro?
Aproximadamente hace año y medio (sí, aún lo recuerdo), caminando, como siempre, en pleno centro de la ciudad de Barquisimeto decidí ir a la Librería del Sur y allí recuerdo que revisé y revisé. Tengo una atracción por los relatos y cuentos, cuando tomé este pensé un poco y finalmente lo compré.

Contenido:
Consta de 67 breves relatos distribuidos en 8 partes:
I. De la tierra.
II. De la una.
III. De novias.
IV. Del tiempo.
V. Cuentos de la casa.
VI. Las muñecas de real y medio.
VII. Prestigios.
VIII. Travesuras.

Sinopsis:


Q-entero reúne una serie de relatos cortos, construidos dentro de la picardía y la constante referencia al hecho cotidiano. Desarrollados bajo una estética novedosa, donde la parodia y la experimentación narrativa nos trasladan a cualquier esquina de una muy visible ciudad, en la que los personajes arman entre diálogos y vivencias personales una visión particular sobre la vida y la muerte. Muchos de ellos son recursos sobre hechos increíbles, como la historia de una pareja de muñecos que deciden casarse y disfrutar de su luna de miel o la aparición en un pueblo donde nadie se conoce. Convirtiendo la línea de la realidad y la ficción en una brecha por donde se escapa el cuento irreverente y su narración breve.

Opinión:


Hay algo que he aprendido de hace más de un año para acá y es no despreciar toda la literatura que ha crecido en mí país (Venezuela). Así como muchas escrituras: existen las muy buenas, buenas y no tan buenas. Y con este autor fue una sorpresa al leer cada relato breve que no pasa de  página y media.

Me sorprendió con su escritura sutil y bastante fluida. Cada relato te traslada cualquier hecho cotidiano del país: una reunión de amigos, un trabajo, un bar, una casa común y te muestra personalidades como el hablachento (persona que habla y exagera las cosas), el mentiroso o romántico. La jerga e improperios que representan al venezolano se cuelan con cada relato.

Con su lectura recordé a la escritura de Gabriel García Márquez (a quien de hecho nombra en un relato con una lista de escritores y él colombiano la encabeza, ahí supuse que su escritura le habrá inspirado en la propia), ya que  refleja un ligero humor entre diálogos y a pesar de que son breves sorprende con algunos finales. Yo me reí con la mayoría de ellos, son situaciones que hemos vivido o escuchado de alguien cercano, que al contarse desde una forma literaria se encapsula ese humor vivido. Lo fantástico también se hace ver, como lo dice la sinopsis, a través de un par de muñecos con sus propias situaciones bizarras.

Hace varios meses, cuando ni siquiera pensaba leerlo, estuve a punto de dejarlo en un trueque: menos mal que no. Lo disfruté bastante y se puede leer al azar, son relatos muy breves e independientes. Entre los que me gustaron están: La viejita de las mesas, El helicóptero, Las asas del zar, Alquiler de Goyito, De vaina, Autollamadas y Dedicatorias, que se los dejo aquí:

Dedicatorias:
(Relato breve de Q-entero)

Al alcance de la mano, dejaba como sin querer queriendo, conocidos libros. La hojarasca, Gabriel García Márquez. El curioso visitante lo tomaba, lo abría, y en la página titular una garabateada dedicatoria que decía:

Víctor, mil gracias por enriquecer mi obra con nuestras tertulias literarias.
Firmaba: El Gabo.
Boca chica. Cartagena. 1983. Una noche de tragos con Drake y Morgan.

Los pequeños seres, Salvador Garmendia, También con su dedicatoria:
Al arquitecto que me llevó de la mano por los secretos de la ciudad.
Salvador Garmendia. Repíteme el trago por “real y medio” 07/09/1979.

Hasta aquí la echonería causaba sus efectos y los visitantes cerraban los libros y me miraban como con más respeto.

  Pero, lo que sí no se tragaron nunca, fue la dedicatoria con que premié aquella noche, pasado de tragos:

Hamlet. William Shakespeare.
Dedicatoria:
Vic.
How lovely, you are… Willy.

Piccadilly Circus Pub. London 28/12/1984.

Puntaje


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