domingo, 16 de octubre de 2016

Pirata citadino y lector de acertijos poéticos.






1era foto: en la entrada de la Flor, justo minutos después de que nos vendaran.
2da foto: El final de la sorpresa, una selfie grupal
3era foto: Los regalos que recibí al final del día.



Decidí hacer esta entrada que es algo más personal, pero es porque me ha gustado mucho lo que pasó y se podría decir que con ésto me doy a conocer un poco más.

Hace tiempo estuve chateando con Gabriela (La 2da de izquierda a derecha) y entre tantas conversaciones me dijo que en mi cumpleaños (14/10/16) me haría una búsqueda del tesoro y yo de forma burlona la reté a que probara mi capacidad.


Cartas previas

Hace dos semanas ella me comentó que tenía la búsqueda del tesoro. El día viernes Javier me entregó dos sobres que provenían de Gabriela:
• En el primero y que debía abrir ese mismo día ella me felicitaba.
• En el segundo (por fuera) decía que no lo debía abrir hasta el día sábado 15/10/16 a las 7:00am.

Esperé que pasaran las horas ansioso para poder abrirlo. A penas desperté ayer (sábado) fue lo primero que hice, dentro del sobre habían dos cartas y un papelito azul con códigos, una explicando el por qué y la otra, más chica, era un acertijo poético, el cual debía solucionar esa misma mañana para poder saber hacia dónde debía ir como primer punto para comenzar con la búsqueda, el código debía llevarlo para poder resolver una pista mas adelante. Pensé un poco y a mi mente llegaron dos sitios: El museo de Barquisimeto (Soy de Venezuela) y el cuartel general Jacinto Lara. Esto tuve que confirmarlo escribiéndole para poder comenzar con buen pie. Sí, era el museo y allí debía estar a la 1:00pm. Cabe acotar que estaba algo nervioso porque no sabía hacia dónde sería dirigido luego de allí porque en la carta especificaba que llevara: ropa cómoda, agua, una cámara y entusiasmo; preparé todo menos el agua.

 1era estación

A la hora justa me preparé y llegué a la 1:10 al museo, apenas entro comienzo a buscar a Gabriela, miro a la derecha y nada, miro a la izquierda y sorpresa, me encuentro con Felix (un amigo) con unas hojas coloridas y bolsa transparente con papelillo/confeti , quien se suponía ni siquiera debía estar ahí. Mi rostro se desencajó de sorpresa y el enseguida me dice:

—Siéntate ahí —señaló un banco de madera donde tenía su bolso. Yo sin dejar de sonreír me siento y lo miro, él comienza a recitar un poema titulado "Dibújame" de otra amiga: Emily. Me dejo llevar y disfruto su recital. Al terminar continua explicando—: Acabas de iniciar tu búsqueda del tesoro, pero para que puedas recibir la pista que te llevará a tu segundo destino debes antes encajar la perinola/balero 2 veces seguida.
—¡Pero no sé jugar eso! —le respondí riendo. Todo me estaba comenzando a causar gracia. De verdad había planificado algo así.
—Hazlo. Sino no te podré dar la pista.
—Las hago separadas —le dije.
—Haz 5 separadas y te doy la pista —Acepté. 4 o 5 minutos después de haberlo logrado me entrega un sobre pintado con acuarelas y dentro hay otro acertijo poético y otro papel azul con códigos que debo guardar.

Lo leo y pensé que debía recorrer las 7 de 9 salas que tiene el museo, pero no, debo buscar una bandera tricolor. Ahí me llega la idea: Plaza la Justicia. Felix me indica que voy por buen camino. Él manda un mensaje a la 2da estación para confirmar que todo está listo.

2da estación

Caminamos 2 cuadras y llegamos a la plaza, vi la bandera pero no veía a nadie más. A unos metros estaba Sindy (otra amiga) con la 2da estación, me entrega un sobre donde había un poema de 24 versos numerados que debía ordenar, unos minutos después de haberlo armado me lo leyó: era un poema escrito por ella para mí. En seguida me entregó una tarjeta pintada por ella con un cuento de cronopio de Julio Cortázar y con ello un collar con un cuarzo. No se imaginan la emoción que comenzaba a sentir. Luego de eso me entrega un sobre (igual que el primero y como serían todos: pintados con acuarelas por Felix) donde había otro acertijo poético. Ese fue el más fácil (para mí) de resolver, me indicaba "un príncipe" y páginas amarillas que a la gente le encanta. Apenas lo leí hasta la mitad y ya sabía que se trataba de la Plaza La Moneda o Plaza de los libros (como la conocen la mayoría de los Barquisimetanos, ya que allí venden libros económicos). Me entregan un papel azul con códigos que debo guardar.

3era estación

Los 3 caminamos 4 cuadras hasta llegar a la plaza y encontrarnos con Daniel (otro amigo. De aquí en adelante sabía que no vería a Gabriela hasta terminar todo. Sabía que en las demás estaciones habría otros amigos y así fue) y un globo negro  (que los 3 desde lejos pensamos que era un casco de motorizado). Allí él me hizo 3 adivinanzas, las primeras 2 las respondí al instante pero la tercera se tornó difícil. Tuve que pedir pistas a Felix y Sindy quienes me dieron levemente la pista faltante y respondí. Un 3er sobre colorido me fue entregado. Otro acertijo poético me hablaba de un edificio colorido resaltante entre la ciudad. Al principio pensé en el Teatro Juarez, en el Obelisco y finalmente pensé en el edificio LG (su estructura es reconocida por que sus vidrios son todo fucsia).
—¿Edificio resaltante? —me pregunto en voz alta. Ellos en vista que parezco no adivinar, Felix me dice:
—Hay que tomar ruta/bus para llegar al sitio.
Para salir de dudas pregunto a mis anfitriones:
—¿Es la torre LG?
—Sí, sí es —me responde Sindy.
—¿Torre LG, así la conoces, dónde queda? —pregunta Felix.
—Es la de la calle 41.
—¡Nooo! —me responden todos.
—¡Ah ya! Es la torre Millenium.
—Siii esa sí —respondieron todos al unísono.
Caminamos media cuadra a la parada, tomamos un bus y nos dirigimos ala 4ta estación que quedaba a más de 2 kilómetros de distancia de donde estábamos.

4ta estación

Llegamos los 4 (Felix, Sindy, Daniel y yo) a la torre Millenium y nos damos cuenta que el encargado de la estación no ha llegado. Esperamos unos minutos y aparece Javier (otro amigo más) entregándome el sobre colorido directamente. A lo que el resto del grupo lo abuchea porque se suponía que debía presentar antes un reto para recibir la próxima pista. Leo el acertijo poético y éste si se torna difícil. Salimos al estacionamiento y me explota un globo con papelillo/confeti en la cabeza y dentro había un papel azul con códigos, era el 4to y último (según la serie de números que me indicaba al pie del mismo). Ahí debo resolver ese código. Nos sentamos los 5 en una escalera de la entrada y me dejan a mi resolverlo, pero no podía, pedí pistas y me las dieron, pero tan perdido que estaba que no las entendía. Casi 40 minutos después me ayudan un poco más y me doy cuenta que el poema que me recitó Felix en la primera estación tiene mucha relación con el código. Aquí todo se comienza a tornar a los códigos que Dan Brown plasma en sus novelas. Me sentía realmente como Robert Langdon descifrando y relacionando líneas, silabas y palabras con los códigos numéricos que me habían dado hasta ahora. Al final pude conseguir 4 palabras (aunque la segunda no la descifré bien):

"Dama - ii - Monet - Voltatre"

Ninguna de las 3 palabras comprensibles tenían sentido para mí. Otros 10 minutos me doy cuenta, por un comentario de Felix donde me dice que Gabriela se equívoco en la última palabra, y resulta que no es "Voltatre" sino "Voltaire". Ahí comienza a encajar todo y lo descifro, el próximo punto es "El centro comercial París.

5ta estación

Caminamos 4 cuadras y llegamos a la entrada del centro comercial donde estaba Savanna (Una conocida muy chévere) con Cynna (su amiga) y Mia (Una niña de 3 años, hija de Gabriela) donde, al igual que la última estación, me entrega el sobre colorido sin ninguna actividad pero sí me explota un globo con papelillo en la cabeza, en este no  hay ningún código. Solo debía resolver el acertijo poético el cual me hablaba de fragancia, esencia, perfume, lomas y metal. Por un momento pensé que era una panadería que está dentro del centro comercial, a lo que todos rieron, seguí pensando, releí y supe: El monumento nacional: La flor de Venezuela. Me confirmaron que la respuesta era correcta. Ahora había que caminar como 10 cuadras hasta llegar al sitio.

6ta y última estación

A mitad de camino vimos que venía un hombre de tez negra (parecido a un haitiano) con un palo de barrer en mano murmurando por la misma acera, así que todos asustados decidimos caminar casi que por en medio de la calle hasta pasar al otro lado.

Felix decide que pasemos por en medio del Centro Comercial Sambil, para tomar un poco de agua (nadie cargaba) y para que los que querían fueran al baño. Entramos, unos tomamos agua, otros fueron al baño y seguimos caminando.

A 2 cuadras veía la Flor de Venezuela.
Cuando estamos por pasar la avenida (doble vía) hacia la flor veo que una bufanda fucsia (y que luego por fotos me di cuenta que era violeta) me tapa la vista. Ok, de ahí en adelante me guían como todo un ciego, me indicaron que debía dar pasos a lo lejos escuché la voz de Savanna casi gritando:
—Apúrense ahí vienen los carros.
No se imaginan lo que se siente cruzar una avenida cegado, guiado por alguien (que sabes que te ayudará) pero que igual no te sientes cómodo y donde posiblemente está a punto de cambiar el semáforo.
A pesar de eso me reí un montón, a mi lado Sindy me guiaba, pero sentía temor-adrenalina-risa un sentimiento ligado ahí.

Al llegar a la entrada de la flor (Lo supe porque me dijeron) me doy cuenta que Javier también está vendado ¡Como me reí! Como él cumplió años también el día lunes (10/10/16), decidieron hacerle una emboscada que ni él mismo sabía en esa última estación. Uno junto al otro diciendo un poco de ocurrencias, riéndonos y mirando al mas allá a través de la oscuridad. Allí él y yo nos abrazamos para darnos apoyo moral de ser los únicos vendados sin saber qué sería lo siguiente.

Luego nos hicieron avanzar, subiendo escaleras. No se imaginan el miedo que sientes de subir escalones sin siquiera conocer la distancia que debes dar con cada paso. Sientes que vas a dar un mal paso, tropezarás y al suelo. Aunque nos iban guiando, las bromas, ocurrencias, y demás expresiones no paraban de los labios de nuestros anfitriones y de nosotros mismos. Luego de subir un par de escalones nos guiaron por una rampa de discapacitados (por nuestra seguridad y facilidad, supongo) durante 3 pisos arriba aproximadamente, ya que para subir a la flor hay que subir una rampa que le da la vuelta por fuera hasta llegar arriba (ese recorrido lo hicimos Javier y yo vendados). El camino se hacia largo, ya casi al final no estaba seguro en qué piso de la flor estaba. Cabe resaltar que le saqué el zapato a Javier (que iba unos pasos delante de mí guiado por Savanna) unas 3 o 4 veces.

De pronto sentí que el caminar ya no era levemente inclinado, sino plano y con una leve inclinación. Eso me hizo entender que estábamos en uno de los pisos de la flor (pero no sabía en cuál). Nos posicionan uno junto al otro (A Javier y a mí) y nos desatan las bufandas de la vista. Parpadeamos un par de veces para adaptarnos nuevamente a la luz y la sorpresa: Frente a mí está Gabriela y a su izquierda está: Adrían y Raúl (Amigos de Javier) y Rafael (Su hermano mayor). Ambos sorprendidos. Ellos nos abrazan y felicitan.

Nos entregan una cajita que al abrirla y tirar de un anuncio se desplegó una serie de círculos atados con hilo, y en cada círculo había una letra para que al final armar la frase "Feliz Cumpleaños" con nuestros respectivos nombres. Ambos con una sonrisa de oreja a oreja no salimos del asombro.

Minutos después vemos que viene subiendo Emily con dos grandes ponques de chocolate y nos entrega uno a cada uno que sin dudar comenzamos a saborearlos. Luego nos señalan a una de las paredes y había dos laminas papel bond. Una para Javier y una para mí. La de él estaba decorada con controles de videojuegos (ya que es su hobbie) y la mía con títulos de distintos autores. Nos sentamos todos en el suelo y comenzamos a dar un resumen de todo lo sucedido en las últimas 3 horas (cada quien desde su perspectiva). Entre todos nuestros anfitriones comenzaron a escribir en nuestras laminas, ambos rayamos en la del otro. Gabriela nos entregó una tarjeta de felicitaciones hecha por ella y personalizada a cada uno, para finalmente agradecerles a todos por la ayuda brindada a que todo fuera posible. Luego nos tomamos la selfie grupal que no debía faltar.

Agradecimientos
Gracias a cada uno de los que hicieron esto posible. Con el simple hecho de saber que estuvieron presentes cuenta bastante. Gracias por los detalles.

Gabriela: te destacaste con esta búsqueda del tesoro, con cada detalle me recordaba a nuestras conversaciones, realmente te las ingeniaste. Me sentí en una mezcla de novela de Dan Brown con la saga de películas Saw.

Felix: Amé tus sobres con dibujos acuarela a parte del collar de colmillo, la leche condensada y el marcalibros.

Sindy: Gracias por ese collar que será mi talismán o algo así, en serio me gustó y obvio tu cuento acuarela.

Daniel: Gracias por ilusionarnos con tu globo-casco. Pensé que no gastaría 90Bs en pasaje jajaja. Gracias por venir de tan lejos y estar presente y participar, lo aprecio.

Javier: Hermano gracias por tu presencia, tiempo y por el libro con la nota que me regalaste.

Savanna: Recién te conozco pero me caes bien así y con todas tus raras ocurrencias.


Emily: Como no agradecer a esta bruja que me volvió su calabaza. Esos ponquecitos estaban exquisitos. Gracias por tu presencia.

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