«El bien, el mal y yo»
SINOPSIS:
Kevin Parson va conduciendo a altas horas de una noche de verano, cuando de repente suena el móvil. Alguien que se identifica como Slater le dice con voz entrecortada: "Vamos a jugar a un jueguecito, Kevin. Tienes exactamente tres minutos para confesar tu pecado al mundo. Si te niegas, el coche que llevas saltará por los aires".
FIN DE LA LLAMADA.
A Kevin le entra pánico. ¿Quién haría un llamada así? ¿De qué pecado habla? Se baja del vehículo. Justo tres minutos después, una enorme explosión mete a todos en una guerra contra la locura.
QUE EMPIECE EL JUEGO.
Justo después, Kevin recibe otra llamada. Otro acertijo, otro ultimátum, otra bomba -una más grande- si no confiesa su pecado. En compañia de la agente del FBI, Jennifer Peters, y de Samantha Sheer, del CBI, Kevin corre todo lo que puede para ganarle a Slater en su propio juego, pero Slater siempre lleva la delantera. Las amenazas son cada vez más fuertes y el país exige respuestas, de modo que el juego pondrá a prueba sus límites.
RESEÑA:
Desde que he leído las sinopsis de Ted Dekker, siempre me habían llamado la atención tienen ese «suspense» que buscas en muchos libros, pero no había leído ninguno. Hasta ahora.
Cuando leí esa sinopsis, me pareció un poco extraño, pensé como: «¿No te está contando mucho de la trama?» Pero querido lector te cuento que no. Esa sinopsis es como si dijera mucho, pero a la misma vez absolutamente NADA.
Como bien lo dice la sinopsis recibe una llamada de una persona que se hace llamar Slater, pidiendo que confiese su pecado al mundo, sino morirá. Se salva. Pero todo no llega hasta ahí. Slater no dejará que Kevin se salgas con la suya, siguiendo los pasos de éste hasta en lo más mínimo.
Kevin siente que el mundo se le viene encima, y solo no puede. Decide llamar a Samantha Sheer una amiga de la infancia, del CBI, que junto a Kevin quieren ir un paso adelante de Slater, pero es casi imposible, parece conocer los próximos pasos de ellos. También se les une la agente del FBI, Jennifer Peters
Siempre se contacta es con Kevin, una que otras veces con Samantha. Amenazando, que el final de ambos está cerca. Acertijos con respuestas opuestas son lo que se presencian en cada llamada, y que Kevin debe resolver, porque sino más personas morirán, primero fue su auto y se salvó, luego va por más, y cada vez subiendo de nivel. Para que la apuesta sea mucho más interesante. Resolver los acertijos que ayuden a confesar su pecado, podría salvar a otras personas que no conoce.
Todos intentan viajar al pasado de lo que Kevin va recordando que podría ser su «pecado». Encuentran algo, pero no están seguros. Y aún Slater continua un paso adelante.
Los Personajes:
Kevin, el seminarista a punto de graduarse, muy susceptible a Slater, porque éste parece conocer todo su pasado desde su niñez. Pero que de la nada cobra agallas para enfrentarse a como dé lugar.
Samantha Sheer, Agente del CBI, la joven totalmente linda y atractiva, casi novia y amiga de la infancia de Kevin, ella siempre ha sido su damisela en apuros. Pero en ésta ocasión, serán los dos los que lo estén.
Jennifer Peters, Agente del FBI, que lucha contra los policías, en especial con Milton que le hace el caso un infierno. Se siente atraída por Kevin, y no descansará hasta finalizar con el caso en justicia por su hermano Roy.
Dr. Francis, Psicólogo-seminarista. Éste interviene mucho en los últimos capítulos, es uno de los que ayuda mucho al final de la trama con su experimentado conocimiento, pero a pesar de ello no quiere decir que pueda tener algunas dudas con la ayuda que brinda.
- - - - -
Un libro totalmente atrapante. Desde el primer, hasta el último capítulo. Una lucha entre el bien y el mal. Me encanta este tipo de suspenso, y además tiene ese giro de 180º que te deja totalmente boquiabierto. Y luego de terminar te deja pensando mucho.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario