Charlie y la fábrica de chocolate - Roald Dahl

No quiero para nada una persona mayor. Una persona mayor no me haría caso; no querría aprender. Intentaría hacer las cosas a su manera y no a la mía. De modo que necesito un niño.

Esta historia muestra cómo a veces una decisión puede transformar radicalmente toda una vida... Y esto es justo lo que sucede a Charlie. En este maravilloso relato, Roald Dahl realiza una de sus mejores críticas sobre el comportamiento humano.

Un niño que vive en la pobreza, en una casa de sólo dos habitaciones, con sus padres y abuelos, recibe siempre por su cumpleaños una sola tableta de chocolate. Junto a su casa, una gran fábrica de chocolate sortea una visita guiada y cinco tabletas a quien encuentre el premio en uno de los envoltorios. Este libro ha sido llevado al cine en varias ocasiones con gran éxito.

Título: Charlie y la fábrica de chocolate.

Título original: Charlie and the chocolate Factory

Autor: Roald Dahl

Año de publicación original: 1975.

Año de publicación ésta edición: 2009.

Páginas: 206.

Editorial: Alfaguara juvenil

Este es uno de esos raros ejemplares que NO COMPRÉ en la plaza donde consigo mis libros, sino en una papelería donde trabaja un primo y, curiosamente, pasé por allí encontrándome con un stand móvil de libros infantiles y juvenil de la editorial Alfagura. Le pedí a mi primo que lo girara y ahí fue donde vi este título que sin pensar le dije que quería, mi sorpresa se incrementó al notar el precio, inexplicablemente, tan económico, así que no lo dudé.

Muchos lectores (y los que no) saben de qué va por las dos adaptaciones que han creado en base a este relato y que han marcado generaciones.

Igual para que los que no conocen: cuenta la historia de Charlie Bucket, un niño que vive con sus padres, abuelos paternos y maternos en una casita destartalada fuera de la ciudad. La mejor fábrica creadora de dulces en el mundo anuncia un concurso donde 5 niños podrán ingresar adentro de la empresa después de que ésta hubiera cerrado al público hacía 10 años. Entre tanta desesperanza Charlie logra conseguir uno de los boletos dorados que venía en una barra de chocolate y consigue acceder, junto a otros cuatro niños y sus padres, al paseo por toda la empresa. Poco a poco cada niño se va consiguiendo con un derivado directo de sus adicciones y malcriadeces personales lo que los aparta de poder seguir en el paseo. Hasta que al final ganará un niño al que le tienen una gran sorpresa.

Es lo segundo que leo de Dahl (Lo primero fue Matilda) y al igual que aquel me atrapó con su sencillez. Desde el principio hay que comprender que no se encontrará nada complejo sino toda una aventura creada para que los niños, y cualquiera que lo lea, vuelva su imaginación con las ocurrencias de Willy Wonka y toda su extraña fábrica de dulces.

Obviamente habrá cosas tanto ilógicas pero que añaden ese toque de gracia infantil que a veces se necesita en alguna lectura bastante ligera. No hay profundidad en los personajes y como mucho se conocen las características superficiales de los niños que visitan la fábrica y la situación de pobreza en la que viven Charlie y su familia; todo esto porque es nada más y nada menos que un sencillo relato.

Yo logré ver la adaptación recién llegada al cine y mucho después fue que supe que era una adaptación, desde ese momento tenía las ganas de leerlo hasta que lo encontré y transcurrido un año fue que lo vine a leer (nada raro). Debo decir que la adaptación más reciente, porque no he tenido oportunidad de ver la primera, es fiel en un 90% y eso me agradó bastante, el otro 10% fue por el final, el de este relato es bastante diferente.

Con este relato que no tarde ni siquiera 2-3 horas en leer deje aflorar ese niño oculto que todos llevamos dentro y pude, igual que cuando vi la adaptación, reír de varias ocurrencias por parte de Wonka. Y el modo tan sencillo en que todo se desarrolla. Ciertamente pude disfrutar de este lapso infantil entre paréntesis espacial.

A pesar que la lista es corta, los primeros capítulos se desarrollan entre la primera mitad de personajes y gradualmente se van agregando los demás, incluso unos terciarios que aunque están presente constantemente no cobran más relevancia que ser testigo de lo que ocurre a los demás (como lo son los padres de los otros 4 niños ganadores de los boletos dorados).

Charlie Bucket: Es el protagonista del relato, el hijo del señor y señora Bucket, que vive en la pequeña casa, y son tan pobres que solo comen sopa de repollo a diario y solo recibe una barra de chocolate en su cumpleaños. Es un niño curioso pero con bastante sentido común.

Señor Bucket: El padre de Charlie que, aunque trabaja colocando tapas a las barras de dentífrico, no pose suficiente dinero para lograr mantener a toda su familia.

Señora Bucket: Madre de Charlie, quien se queda cuidando siempre de los abuelos de Charlie.

Abuelo Joe: Es el abuelo paterno que tiene más de 90 años, pero es el más jovial de los otros tres, a pesar de su edad hace comentarios bastante acertados y es quien acompaña a Charlie a la fábrica.

Abuela Josephine: Es la abuela paterna, esposa de Joe, quien gusta afirmar siempre las historias de Joe.

Abuelo George: Abuelo materno de Charlie, es el que menos habla de todos los abuelos, excepto para unirse a la crítica general.

Abuela Georgina: Abuela materna de Charlie.

Willy Wonka: Es el dueño de la fábrica y quien crea el sorteo, viste de un modo extraño y llamativo, por momentos no parece estar en sus cabales y dice o hace locuras que ponen en juicio su razonamiento.

Oompa Lompas: Pigmeos que Wonka trajo de la jungla de Africa para que le trabajen en la empresa porque gustan mucho de los granos de cacao. Siempre ríen y tienen una canción para todo.

Augustus Gloop: El primer ganador del boleto dorado, es un niño gloton que se la pasa comiendo todo el día, siempre quiere probar lo que le pongan enfrente.

Veruca Salt: Es la segunda ganadora, proviene de padres ricos y por lo tanto es bastante mimada, todo lo que pide lo tiene con sus malcriadeces.

Violet Beauregarde: Tercera ganadora del boleto, se la pasa mascando chicle todo el tiempo, ha roto varios records y sus padres la apoyan en todo.

Mike Tevé: Cuarto ganador, le gusta mirar siempre la televisión y jugar video juegos, son su vicio.

(Comparto la misma opinión con la sección: escritura)

No creo abarcar mucho en esta sección ya que todo se desarrolla de un modo bastante simple. No hay nada que no pueda entender, fue un relato creado para niños por lo tanto consigue mantener esa simpleza hasta el final.

Supongo que es en mi país (Venezuela) la ÚNICA edición que he podido ver es ésta, pero en nada me quejo. No sé si lo he dicho en otras reseñas pero me agradan mucho los textos editados por Alfaguara, tanto sus diseños de portada e interior, acotando que esta edición quedó demasiado bien con las ilustraciones de Quentin Blake (las cuales gustaban bastante a Dahl). No contiene errores de tipeos y eso es pedir bastante, así que una muy buena edición ilustrada.

Me gustó bastante, reviví la última adaptación, me sacó varias sonrisas, aunque me dio curiosidad de saber por qué le cambiaron el final. A pesar de eso no quita el gusto que afirmo por la escritura de relatos infantiles de Dahl.

Sé que es un género que pocos lectores “grandes” leen, por falta de calidad en la escritura, falta de complejidad y quien sabe qué otras exigencias, pero me tomo estas líneas para recomendar, a parte de este título, el género infantil en general. No está mal tomarse de vez en cuando el tiempo para leer estos títulos y así también poder recomendarlos mas adelante. Si ya has leído y no te gusta: bien, pero si no lo has hecho no creo que debas retraerte a experimentar leerlo. Así que recomiendo, entre la mayoría de títulos infantil que he leído, éste título. Si tienes niños con mas razón: a ojos cerrados deberías leerlo o dejarle leer éste.

Lo bueno: Me hizo reír con las simplezas y la caracterización de Willy Wonka, es un tipo todo excéntrico y en parte parece algo loco, eso me causó gracia. Además con la aparición de los Oompa Lompas cantando, cuando ocurre una “tragedia” dentro del tour de los ganadores canciones, llegué a pensar (con la adaptación) que era solo un agregado para hacerla atractiva a los niños, pero me sorprendí al ver que fielmente ocurre en el relato y eso hizo que me gustara más.

Lo malo: Teniendo en cuenta que es un relato infantil esperé un final más cerrado. Aunque como justo me sembró la curiosidad por seguir con “Charlie y el gran ascensor de cristal”, creo notar que el final de éste es así porque con el otro la historia continua, diferente lugar y todo pero es inmediatamente después del final del de aquí.

9/10

Hijo de padres noruegos, se educó en diversas escuelas terminando sus estudios en la Repton de Derbyshire. Trabajó en una fábrica de chocolate (origen de su cuento Charlie y la fábrica de chocolate), y en 1934 comenzó a trabajar en la petrolera Shell, estando destinado en Tanzania. En 1939 se incorporó a la RAF, formándose como piloto e interviniendo en numerosas acciones durante la Segunda Guerra Mundial. Comenzó a escribir en 1942, publicando relatos cortos en revistas y periódicos. Fue afamado guionista de cine y televisión y varias de sus obras han sido llevadas al cine.

Es autor de géneros muy diversos y de temáticas muy variadas. Escribió cuentos y poesías para niños, relatos macabros para adultos, novelas de ciencia ficción y novelas de tipo autobiográfico.